El sector de la traducción jurídica, al igual que el resto de los ámbitos especializados, cuenta con una complejidad especial que hace que encontrar al profesional adecuado sea fundamental para obtener el resultado deseado. Cuando se trata de contratar a un traductor legal existen algunas cuestiones que se deben tener en cuenta. Les contamos más al respecto en el artículo de hoy.
El perfil del traductor legal
El traductor legal es un profesional que por lo general debe trabajar sobre documentos sumamente delicados e importantes de distintas organizaciones o clientes particulares, por lo que una buenapreparación y un correcto ejercicio de sus tareas es imprescindible.
Los traductores legales deben poseer la capacidad de absorber, comprender e interactuar rápidamente con textos complejos para así poder entregar de manera efectiva soluciones precisas de acuerdo a lo solicitado por su cliente. Por otro lado, visto que deben asegurarse de que el contenido del documento se transmita con suma precisión al idioma de destino, han de tener un conocimiento amplio tanto de los idiomas con los que debe trabajar como de la disciplina legal. Un término mal traducido puede llevar a que se pierda absolutamente la coherencia del mensaje, y en este tipo de sectores este es un riesgo que no debe correrse.
3 puntos que considerar al contratar un traductor legal
Teniendo en cuenta el tipo de documentos sobre los que debe trabajar el traductor legal y el nivel de precisión y especificidad requerida en este tipo de ámbitos, buscar un profesional que cuente con experiencia y las aptitudes necesarias para llevar adelante un proyecto de estas características es fundamental. Muchas veces, por querer ahorrar dinero podemos llegar a caer en manos de una persona con poca experiencia y obtener un resultado que no se adecúa a nuestras expectativas. Veamos algunos puntos que se han de considerar a la hora de contratar un traductor jurídico:
Profesionales con especialización
Es importante que al buscar un traductor legal optemos siempre por profesionales especializados en la temática. Debe tratarse de una persona que, además de contar con la capacitación adecuada y conocer a fondo la terminología legal, entienda sobre litigios y procesos judiciales.
La reputación y la calidad
Cuando se requiere traducir documentación legal, la calidad y la precisión del resultado final cobran una importancia significativa. Por lo general, estos documentos se utilizan en el marco de un trámite administrativo, un proceso judicial o de un litigio, por lo que un simple error en la traducción puede provocar desde retrasos en los procedimientos hasta el decaimiento de estos y grandes perjuicios para el cliente. Se debe optar siempre por profesionales con experiencia, reputación y referencias que podamos verificar de antemano.
La comunicación con el cliente
Un punto que se tiene que considerar antes de contratar a un traductor legal tiene que ver con la fluidez en la comunicación y la disponibilidad del profesional ante nuestras consultas o requerimientos. Muchas veces los procesos judiciales requieren de una celeridad que no se necesita en otros ámbitos de la traducción, por lo que este punto será de gran importancia para obtener un buen servicio.