Hoy en día contamos con un sinfín de recursos informáticos y virtuales para todo tipo de cosas: desde programas y aplicaciones que nos resuelven cada aspecto de nuestra vida hasta incluso sitios web que prometen traducir de manera fidedigna todo tipo de textos de un idioma a otro en segundos. A estos últimos se los conoce como programas de traducción automática, siendo el más popular y utilizado el famoso “Google Translate”. Ahora bien, ¿se trata de una herramienta confiable? En el artículo de hoy te contamos por qué no se recomienda recaer en sitios web de traducción automática y cuáles son las desventajas de estos métodos rápidos pero ineficientes.

¿Por qué debemos evitar la traducción automática?

Muchas veces la urgencia nos lleva a echar mano a ciertas herramientas virtuales que ofrece internet y que definitivamente son efectivas para sacarnos de apuros: en el caso de las traducciones, Google Translate o incluso Apertium son dos de las aplicaciones más concurridas a la hora de trasladar algo de un idioma a otro. La pregunta que todos nos hacemos con respecto a estas herramientas es ¿realmente sirven? ¿Son efectivas? Lo cierto es que, cuando se trata de traducir solo una palabra, pueden ser de utilidad pero la cosa se vuelve un poco más compleja cuando lo que se quiere es transmitir un mensaje más elaborado u oraciones compuestas siendo fieles a la intención del emisor.

Cuando se trata de trabajo o incluso dentro del ámbito académico, confiar en una herramienta de traducción automática para que interprete nuestro mensaje puede resultar ineficiente y riesgoso. Veamos cuáles son las principales desventajas de estos sistemas:

Nos ofrecen traducciones literales

El primer y más fundamental punto que nos hace saltar la señal de alarma con los programas o sitios web de traducción automática tiene que ver con su manera de interpretar: al tratarse de algo virtual sin características humanas de comunicación, el único resultado que obtendremos será una traducción totalmente literal, que no siempre logra captar adecuadamente la intención que tuvo el emisor al dar su mensaje. Sin ir más lejos, esta interpretación literal puede hacernos caer en errores en relación a palabras que se escriben de la misma manera pero que tienen significados diferentes y que solo un traductor profesional podrá identificar.

Errores que perjudicarán el resultado final

Los traductores automáticos no son humanos, por lo que a la hora de traducir caen en todo tipo de errores relacionados a la interpretación del lenguaje que solo una persona con capacidad de escucha y comprensión puede sortear. Por otro lado, si lo que necesitamos es traducir un texto que tendrá una finalidad académica o laboral, optar por una página web que lo haga por nosotros solo hará que nos veamos poco serios ante quien recibe el mensaje.

Menos eficiencia cuanto más complejo el mensaje

Entre los distintos problemas que presentan las páginas de traducción automática nos encontramos con la dificultad que suelen tener para interpretar mensajes largos o complejos. Como mencionamos anteriormente, pueden resultar buenos para traducir solo una palabra pero si buscamos algo que nos ayude a interpretar textos más largos lo mejor es siempre optar por un traductor profesional.