Según los últimos sondeos, el español es actualmente el cuarto idioma más hablado del mundo. Si se tiene en cuenta que es un idioma ampliamente instalado en América Central y del Sur, resulta vital tener en cuenta las disparidades entre el español latinoamericano y el europeo al traducir y localizar cualquier contenido.
Las diferencias entre el español europeo y latinoamericano
Cuando se trata de traducir, la localización y el contexto cultural junto con el análisis de los destinatarios del mensaje es fundamental: conocer a la audiencia desde el principio puede ahorrarnos más de un dolor de cabeza. A continuación, veamos algunos puntos clave a tener en cuenta sobre las traducciones en español y sus diferencias según su origen.
Terminología
Se producen variaciones en la terminología entre el español europeo y latinoamericano y también entre los propios países latinoamericanos. El uso de la variante correcta es extremadamente importante a la hora de traducir del inglés al español, por lo que conocer el público objetivo será fundamental.
Por ejemplo:
La palabra inglesa «car» se traduciría como coche en España, mientras que muchos países latinoamericanos utilizarían la palabra «carro» o incluso «auto». En España, sin embargo, «carro» podría referirse a un carro tirado por caballos, mientras que en español latinoamericano, «coche» es más probable que signifique un cochecito de bebé.
Los pronombres
Los pronombres pueden ser un área complicada de comprender cuando se aprende o se trabaja con cualquier idioma, y en el caso del español europeo y el latinoamericano existen grandes diferencias en este aspecto.
En España, «vosotros» funciona como la segunda persona del plural (ustedes), mientras que en Latinoamérica se utiliza ustedes, además de vos, usted y tú en sus formas singulares con modificaciones en sus diferentes contextos en las regiones de habla hispana.
Argot, humor y modismos
Al igual que con la terminología, la jerga, el humor y los modismos pueden ser muy específicos de los entornos culturales y de los dialectos locales, lo que puede resultar en errores involuntarios si no se contextualizan adecuadamente.
Localizar el contenido y tener siempre en vista las diferencias culturales entre los distintos países que hablan español es clave para poder incorporar una cierta cantidad de estos elementos que, si bien no siempre son necesarios, pueden hacer que una traducción sea mucho más entrañable para los receptores.
¿Qué sucede con el español neutro?
Para quienes tienen poca experiencia, utilizar español neutro a la hora de traducir del inglés al español puede ser tentador: sin embargo, este no siempre es el mejor enfoque y puede generar muchas confusiones. Por ejemplo, la palabra «shell» al español neutro resultaría en «concha», término que dependiendo el país puede tener muy diversos significados (desde un dulce mexicano hasta una grosería en América del Sur donde se utiliza para referir a los genitales).