3 mitos de la interpretación simultánea

La interpretación simultánea es la transformación del discurso de un idioma nativo a cualquiera de los idiomas de destino que su audiencia pueda necesitar. Este tipo de interpretación ocurre en tiempo real, de allí que se le diga “simultanea” a este tipo de técnica.

El intérprete escucha al hablante, analiza lo que dice, traduce el mensaje y lo entrega entre un par de idiomas. A diferencia de la interpretación consecutiva, en la que el presentador tiene que hacer una pausa cada oración o dos para permitir que el intérprete haga la traducción, la interpretación simultánea permanece con el orador todo el tiempo.

Mitos de la interpretación simultanea

Al igual que sucede en cualquier otro ámbito profesional, existen algunos mitos alrededor de la interpretación simultanea que vale la pena conocer.

Mito 1: La interpretación simultánea es lo mismo que la traducción

Muy a menudo la gente piensa que la interpretación y la traducción son lo mismo. A veces incluso los servicios de traducción usan estos términos indistintamente. Sin embargo, no existe tal cosa llamada traducción simultánea. Las personas generalmente traducen materiales escritos, como documentos, pero nunca sucede al mismo tiempo que alguien está escribiendo el texto original.

La verdad es que la traducción simultánea no existe. La interpretación es una forma de traducción verbal, a veces denominada traducción oral, pero nunca es igual a la traducción. 

Mito 2: La interpretación simultánea lleva menos tiempo que la traducción

Pensemos primero en los procesos de traducción e interpretación. En pocas palabras, los traductores obtienen un contenido y tienen que traducirlo durante un período de tiempo determinado hasta que llega una fecha límite. Mientras tanto pueden analizar los términos en línea, buscar sinónimos y dedicar mucho más tiempo al proceso.

En el caso de la interpretación, especialmente la interpretación simultánea, todo sucede instantáneamente. Sin embargo, eso no significa que los intérpretes pasen menos tiempo trabajando. Es mucho el trabajo que hacen de antemano: estudio del tema del próximo discurso, conocer los antecedentes (cultura general) y la terminología específica.

Una buena interpretación es imposible sin una buena preparación previa, por lo que el tiempo dedicado y las aptitudes profesionales son igual de importantes en ambos casos.

Mito 3: Los intérpretes en el sitio brindan un servicio de mejor calidad que los intérpretes remotos

Esto es algo que se está comenzando a debatir en la actualidad, y lo cierto es que no existe razón real para pensar que dos intérpretes brindarían servicios de diferente calidad según el lugar donde se encuentren.

Los proveedores de interpretación remota se aseguran de que los intérpretes estén cualificados para el trabajo, ofrecen formación y pruebas previas para todos los asistentes y se aseguran de contar con todo lo necesario para brindar el servicio solicitado.

Tanto los intérpretes remotos como los que están in situ están capacitados para ofrecer servicios de interpretación de alto nivel, pero hay una noción importante que agregar. A diferencia de los intérpretes en el sitio que reciben un sonido nítido en la cabina, los intérpretes remotos confían en el audio que la plataforma les consiga. Que el audio original esté limpio o distorsionado está fuera del alcance de los intérpretes y depende en muchas ocasiones del material que esté utilizando el ponente. Por ejemplo, no es lo mismo un discurso que llega a través de unos cascos con micrófono que uno realizado a través de una conexión por móvil.