Los proyectos de traducción más exitosos son aquellos en los que todos los participantes están satisfechos con el resultado final. Una de las claves de este éxito es la participación activa de un revisor interno, siendo lo ideal que este sea experto en el producto y en la terminología utilizada en el mercado local.

El perfil del revisor interno en la traducción

Encontrar el revisor interno correcto en el marco de un proyecto de traducción puede ser complejo, y lo cierto es que son muchos los factores que afectan a esta selección y al tipo de rol que cumple este profesional en el desarrollo del proyecto.

El tiempo disponible en el proceso de revisión

Quien desconoce el proceso de revisión profesional de una traducción puede llegar a creer que se trata de algo simple que se hace en algunos minutos y sentadas, pero la realidad es que una revisión bien hecha puede incluir muchas cosas diferentes. Por lo general, los revisores pasarán tanto tiempo como del que dispongan trabajando sobre un documento. Si tienen mucho tiempo en sus manos, lo harán a fondo y con gran detalle; de lo contrario, leerán o revisarán el documento de manera menos concienzuda. La importancia que se le dé y el tiempo que se le ofrezca al revisor interno impactará de lleno en la calidad del resultado final de una traducción.

Terminología técnica

Este debe ser uno de los pilares de un buen trabajo y la base del rol que cumple un revisor interno dentro de un proyecto de traducción. Idealmente, se debe seleccionar al revisor en base al conocimiento técnico del producto o del mercado sobre el cual versa el proyecto en cuestión.

Tono y registro

El tono y el registro dependen del tipo de documento que debe revisar el profesional. Para documentos técnicos, el tono y el registro suelen tener poca importancia; pero para un documento de marketing, esto es crucial para obtener un buen resultado final. El revisor interno debe tener claro el propósito del documento.

Para lograr comunicaciones corporativas efectivas y traducciones de calidad que consigan su objetivo final de expresar lo que se desea de manera leal y eficiente, se necesita de la combinación de buenos traductores profesionales y revisores internos expertos. Lo ideal es elegir a los revisores en función de sus conocimientos técnicos (producto, mercado, etc.), su disponibilidad y su actitud positiva.