El lenguaje humano es tan único que ninguna otra especie puede replicar la forma en la que nos comunicamos. Es por eso que muchos de nosotros estamos impresionados ante el auge de la inteligencia artificial y su subcampo de procesamiento del lenguaje natural (PLN). 

Los informáticos llevan mucho tiempo enseñando a las máquinas a hablar con nosotros. Hasta hace poco, las computadoras rara vez podían hacer oraciones coherentes, pero las cosas han cambiado drásticamente. Hoy, los chatbots y los asistentes virtuales pueden responder a nuestras consultas y comunicarse con nosotros de una manera que podemos entender, y esto ha significado un gran cambio para el manejo de la atención al cliente que ofrecen empresas de todo el mundo. 

Al estar tan inmersa en nuestras vidas, la inteligencia artificial puede sin duda afectar a nuestro entorno. Muchos expertos ya están expresando su preocupación por las influencias negativas de la inteligencia artificial. Sin embargo, rara vez hablan de cómo una computadora con conocimiento de nuestro idioma puede afectar la forma en la que usamos ese idioma. De esto último hablaremos en el artículo de hoy.

El lenguaje humano como expresión única

Para comprender mejor la relación entre la IA y el lenguaje, es importante saber cómo evolucionó el lenguaje y por qué es único.

¿Qué hace que el lenguaje humano sea único? 

El lenguaje nos diferencia del resto del reino animal, incluso de nuestros parientes más cercanos, los chimpancés. No se observa otra comunicación entre los seres de la tierra tan compleja y única como el lenguaje humano. 

Podemos expresar nuestros pensamientos mediante la composición de sujetos, verbos y objetos. Además, podemos reconocer los tiempos pasados, presentes y futuros. Sin mencionar lo bien que hacemos malabarismos con el subtexto, el tono y la emoción para dar varios significados a la misma palabra. 

Mientras tanto, los animales solo pueden transmitir cuestiones relacionadas con su supervivencia. Estos temas son comida, peligro, amenaza o reconciliación.

¿Cómo evolucionó el lenguaje? 

Los animales transmiten problemas principalmente a través de ruidos, como gritos, aullidos o gruñidos. Algunos científicos creen que eso es lo que hicieron nuestros ancestros humanos, conocidos como homínidos. Luego, desarrollaron gradualmente un mejor medio de comunicación, que se convirtió en el complejo sistema de lenguaje que usamos hoy.

Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta si ese fue el caso. Por lo tanto, hay muchas teorías sobre cómo comenzó el lenguaje humano. 

Lo que sí sabemos es que hace millones de años, nuestros ancestros dieron un giro evolutivo diferente al de sus parientes. Las líneas de homínidos y chimpancés divergieron. Por eso el chimpancé nunca desarrolló el lenguaje. A diferencia de los homínidos, el cerebro de los chimpancés y el resto de su fisiología no habían cambiado mucho. 

Algunas otras teorías sugieren que los primeros humanos podían usar sonidos que se asemejaban a palabras o lenguaje de señas. Esta opinión proviene de la observación de que los chimpancés pueden comunicarse con gestos.

Darwin sugirió que nuestro protolenguaje era musical. Según él, antes de que los homínidos aprendieran a hablar, ya cantaban. El canto probablemente se usó para mantener los lazos sociales y calmar a los bebés. 

Si bien no existe una teoría única sobre cómo los primeros humanos desarrollaron el lenguaje, algunos estudios han demostrado dónde es más probable que haya sucedido. La teoría sugiere que todos los idiomas evolucionaron hace miles de años, a partir de un idioma hablado por primera vez en África. Se extendió por todo el mundo cuando nuestros antepasados ​​emigraron de África hace 70.000 años.

Es por eso que hoy tenemos cientos de idiomas diferentes con cualidades similares.

Cambios en el idioma

El lenguaje es como un organismo vivo. Se desarrolla constantemente para adaptarse a nuestras necesidades cambiantes. Incluso ahora, los patrones del lenguaje continúan evolucionando.

El cambio de idioma se ve facilitado por varios factores, tales como: 

  • Contacto con otros idiomas. Los hablantes tienden a adoptar palabras de otros idiomas.
  • Eficacia. El lenguaje se ajusta para transmitir pensamientos con menos esfuerzo.
  • Comercio y migración. Diferentes grupos de personas influyen en el idioma de los demás después de mudarse a otras regiones.
  • Uso impreciso. A menudo, el uso incorrecto o impreciso de ciertas formas del lenguaje se convierte en el nuevo estándar de uso. 
  • Analogía. Los hablantes tienden a aplicar ciertas reglas de palabras a otras palabras no relacionadas.
  • Prestigio. Los hablantes pueden adoptar rasgos lingüísticos que transmiten prestigio social tanto negativo como positivo. 
  • Tecnología y nuevos inventos. El surgimiento de varios tipos nuevos de tecnología crea un nuevo vocabulario en cada idioma. 

Como se puede ver, muchos aspectos de nuestro entorno pueden fomentar el cambio de idioma. Por lo tanto, es justo considerar cómo una tecnología como la IA, que usamos para comunicarnos, está cambiando o eventualmente cambiará nuestro lenguaje. 

¿Cómo afecta la inteligencia artificial al lenguaje y a la comunicación?

La principal diferencia entre la IA y los humanos es que la inteligencia artificial puede absorber inmensas cantidades de información de manera rápida y eficiente. Hace que el software sea mucho más efectivo que nosotros a la hora de procesar con rapidez gramática y vocabulario, especialmente cuando se trata de idiomas desconocidos. 

Si bien esto suena realmente atractivo, lo cierto es que sin importar su nivel de avance, la tecnología nunca será perfecta.

A diferencia de los humanos, la IA no puede entender el humor, el subtexto y, lo que es más importante, el contexto. En otras palabras, cuando una inteligencia artificial habla o escribe, no tiene idea de lo que está diciendo. Aunque puede proporcionarnos la traducción de miles de palabras de otros idiomas, no cuenta con ciertas habilidades que permiten llenar esos vacíos que a veces quedan al traducir, cosa que sí puede hacer un ser humano utilizando el contexto y la capacidad de adaptación.

A su vez, la traducción automática produce un lenguaje sencillo que carece de expresiones simplemente porque no puede comprender los matices de varios idiomas. Potencialmente, esto podría hacernos abandonar los modismos complejos de nuestro idioma.