Con el número de casos de Coronavirus (conocido oficialmente como «COVID-19») que siguen aumentando día a día, algunos sectores y ámbitos comerciales están comenzando a sentir su impacto. En lo que se refiere a eventos y reuniones, varios músicos ya han cancelado o pospuesto conciertos en las regiones más afectadas, y también se han retrasado eventos deportivos como el Gran Premio de China y el Campeonato Mundial de Atletismo en interiores. Lamentablemente esta situación afectará de manera directa no solo a quienes organizan los eventos y a sus asistentes, sino también al gran número de personas que trabajan en ellos incluyendo a los traductores e intérpretes que muchas veces trabajan en congresos internacionales.
Las cancelaciones de eventos y las clausulas
Una gran pregunta que surge en estas circunstancias es ¿qué sucede si los organizadores cancelan o posponen un evento como consecuencia del Coronavirus? Posponer un evento puede ser difícil a nivel práctico: incluso si se implementa una prohibición de reuniones públicas masivas, resulta difícil determinar la duración de esta proscripción o poder estimar cuándo será el momento en el que finalicen estas medidas. Esto deja a los consumidores y proveedores sin saber si podrán llegado el caso desarrollar el evento y cuándo podrán celebrarlo, lo que hace difícil para los organizadores y proveedores en particular saber cuál es su posición en el cumplimiento de sus obligaciones contempladas en un contrato.
Los términos de cualquier acuerdo entre organizadores y proveedores deben establecer cuándo y sobre qué base puede cancelarse o posponerse el evento en cuestión, además de cuáles serán las consecuencias y costos de dicha cancelación.
La mayoría de los acuerdos cuentan con cláusulas de cancelación relacionadas con situaciones de fuerza mayor. En general, establecen qué es lo que sucede cuando algo impide que una parte del contrato cumpla con sus obligaciones en virtud del acuerdo previamente realizado. Si la cláusula de fuerza mayor en el contrato del evento ha sido redactada de manera amplia entonces el Coronavirus podría sin ningún problema configurarse como una causal fortuita de cancelación.
Sin embargo, el hecho de que una cláusula de fuerza mayor cubra el coronavirus no es suficiente ya que la parte que desee ampararse en esta cláusula debe demostrar que no puede cumplir el contrato debido a circunstancias fuera de su control (en este caso, por culpa del virus y de la situación de Pandemia).
La importancia de los seguros para eventos
Los organizadores de eventos generalmente pueden contratar un seguro de cancelación que les cubriría si el evento tuviera que cancelarse o posponerse debido a situaciones o circunstancias fuera de su control, por lo que para la organización de posteriores eventos y teniendo en cuenta lo que está ocurriendo en la actualidad se recomienda tener en cuenta esta posibilidad.