El nivel de dificultad de las traducciones legales depende en gran medida del nivel de afinidad entre los sistemas legales y los idiomas involucrados. Para poder obtener buenos resultados, existen ciertas cualidades y aptitudes profesionales que debe tener un traductor legal y que es importante conocer para estar preparados a la hora de contratar estos servicios.

Conociendo las traducciones legales

Cuando un traductor está trabajando en un documento legal, es crucial que conozca sus antecedentes normativos y su contexto, incluyendo cuestiones como la terminología legal aplicable al campo del derecho relevante sobre el que se está trabajando. Veamos cuales son los tipos de documentos legales que más se traducen en la práctica:

  • Documentos personales destinados a hacer efectivo un derecho en un país extranjero: estos documentos incluyen informes policiales, testimonios o referencias laborales, diplomas o certificados de estudios, sentencias de divorcio, certificados de nacimiento, entre otros
  • Cuando existe una solicitud de asistencia judicial internacional, es posible que sea necesario traducir las sentencias judiciales en procedimientos penales o documentos de investigación. Los traductores deben ser conscientes de que los procedimientos penales y civiles no son lo mismo, aunque los términos pueden ser similares.
  • Los contratos comerciales de decisiones de tribunales extranjeros se firman para vender mercancías o transmitir licencias. Si una empresa está buscando abrir una sucursal en un país extranjero, entonces debe traducir sus Estatutos fundacionales y extractos de registros comerciales, entre otros.
  • Con los tratados internacionales, se espera que los traductores puedan producir textos en el idioma de destino para conseguir el mismo efecto legal que en los textos originales. Esto significa que la tarea más importante del traductor es redactar un texto en el idioma de destino que sea lo suficientemente preciso y transparente para garantizar los mismos efectos legales en la práctica.

Cualidades de un buen traductor legal

Brindar servicios de traducción legal puede ser uno de los tipos de traducción más difíciles y complejos de llevar adelante, y es importante que el traductor tenga habilidades específicas. Algunas de las cualidades y aptitudes que debe tener el profesional son:

  • Conocimientos del estilo de redacción legal en el idioma de destino;
  • Deben tener conocimiento y ser competentes en los sistemas legales de ambos países: el del idioma de origen y el de destino;
  • Estar dispuesto y ser capaz de buscar conceptos legales en el idioma de origen donde un término equivalente en el idioma de destino, o el sistema legal del idioma de destino, no sea obvio;
  • Deben comprender la terminología utilizada en el texto;
  • Incluso si no es posible proporcionar una traducción exacta del texto, el traductor debe tener la capacidad de descodificar el documento del idioma de origen y transponerlo al idioma de destino sin desviarse del significado original;
  • Es importante que el traductor sea plenamente consciente del uso previsto para la traducción, ya que esto afecta tanto el enfoque del traductor como el documento en sí. La definición del propósito de la traducción afecta a muchos aspectos de la misma, como la sintaxis, terminología, fraseología, tono, etc.
  • Entender que en el discurso jurídico se debe prestar atención a cada detalle, y la traducción debe reflejarlo. Los traductores no deben sentirse tentados a excluir textos o reducir el número de palabras que parecen redundantes, porque los textos legales están diseñados para cumplir un propósito importante.