Nueva Zelanda tiene tres idiomas oficiales: el inglés, el lenguaje de señas neozelandés y el Te Reo Māori, o simplemente «maorí» como lo conocemos popularmente en español. En esta ocasión, les contaremos acerca de la fascinante historia de esta lengua nativa de Nueva Zelanda.

Te Reo Māori y sus orígenes

El maorí es un idioma austronesio que se habla principalmente en la isla Norte de Nueva Zelanda, y antes de la colonización europea esta era la única lengua que se hablaba en la región. Estuvo aislada del resto de lenguas polinesias durante unos 500 años, aunque comenzó su declive a partir del siglo XIX con los primeros asentamientos europeos. En la década de 1860, el pueblo Pākehā (neozelandeses blancos) era el pueblo más representado en Nueva Zelanda y el inglés se convirtió en el idioma dominante, por lo que en menos de 60 años el maorí perdió su protagonismo en la zona.

El inglés dominante

Los Pākehā (como ya mencionamos anteriormente, neozelandeses blancos) eran mayoría a principios de la década de 1860, y el inglés se convirtió en el idioma dominante de Nueva Zelanda. Cada vez más, el te reo maorí se limitó a las comunidades que vivían separadas de los Pākehā.

La mayoría de los Pākehā no entendieron que el idioma maorí era una expresión y envoltura esencial de la cultura maorí, importante para que los nativos pudieran mantener su orgullo e identidad como pueblo. Hablar maorí en esos momentos estaba oficialmente desalentado, y muchos nativos cuestionaron su relevancia en un mundo dominado por los paqueses donde el objetivo más importante parecía ser salir adelante como individuo.

El idioma maorí se suprimió en las escuelas, ya sea formal o informalmente, para garantizar que los jóvenes maoríes se asimilaran a la comunidad en general y hablaran el idioma de la mayoría blanca. Algunos maoríes mayores todavía recuerdan haber sido castigados por hablar su idioma originario.

En la década de 1920, solo unas pocas escuelas privadas enseñaban todavía gramática maorí. Muchos padres maoríes alentaron a sus hijos a aprender inglés e incluso a alejarse de otros aspectos de la costumbre maorí, por lo que con el paso de los años la cultura fue perdiéndose de manera paulatina hasta casi desaparecer por completo.

La vuelta del maorí

Alrededor de la década de 1970 comenzó a sembrarse una semilla de cambio alrededor de toda la cultura originaria de la región, y los líderes maoríes que aún quedaban en la zona comenzaron a marcar la importancia de rescatar lo poco que quedaba de sus costumbres y de su idioma nativo. Como consecuencia de esto, en las grandes ciudades surgieron grupos comprometidos con el fortalecimiento de la cultura y el idioma maoríes.

En 1972, tres de estos grupos, Ngā Tamatoa con sede en Auckland, Te Reo Māori Society de la Universidad de Victoria y Te Huinga Rangatahi (la Asociación de Estudiantes Maoríes de Nueva Zelanda) solicitaron al Parlamento que promoviera el idioma, y algunos años más tarde se abrió la primera escuela oficialmente bilingüe de Nueva Zelanda en Rūātoki (Urewera). Los principales programas de recuperación del idioma maorí comenzaron en la década de 1980, y muchos estaban dirigidos a los jóvenes y al sistema educativo, por lo que a raíz de estos movimientos se produjo el fortalecimiento de la lengua nativa de la región y hoy en día es reconocida como lengua oficial del país.