En la jerga común es bastante frecuente confundir los términos de interpretación consecutiva e interpretación simultánea, aunque lo cierto es que se trata de dos técnicas y practicas bastante diferentes entre sí. En el artículo de hoy, te contamos un poco más acerca de lo que es la interpretación consecutiva Bilbao y cuáles son las claves que todo profesional que trabaje en dicha área debe tener en cuenta.
Diferencias entre interpretación simultánea y consecutiva
Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, la interpretación simultánea consiste a grandes rasgos en la traducción oral de un discurso a medida que el mismo se va desarrollando en tiempo real. Se trata de una técnica en la que el tiempo es fundamental y en la que la rapidez del profesional es sumamente importante a la hora trasladar el mensaje. Por otro lado, la interpretación consecutiva Bilbao consiste en que el intérprete oiga al orador, tome notas y luego reproduzca el discurso deseado en el idioma de destino. Se trata de una práctica en la que la memoria es trascendental, ya que el intérprete solo dispondrá de notas a modo de ayuda para poder reproducir todo el mensaje para el público.
Aptitudes de un intérprete consecutivo
Esta práctica dentro de la interpretación, al igual que cualquier otra, requiere de ciertas aptitudes y habilidades por parte del profesional que harán que este pueda desempeñar de una manera eficiente su labor.
Una excelente memoria
Muchas veces el intérprete consecutivo debe comunicar mensajes sumamente largos de más de 10 minutos en total ayudándose solo con las notas que ha tomado, y para poder lograrlo con eficiencia y que no se pierda absolutamente ningún punto de dicho mensaje, tendrá que disponer de una excelente memoria, concentración y retención de información.
Conocimientos específicos
Además de las cuestiones básicas que todo interprete debe saber para desarrollar su profesión, quien se dedica a la interpretación consecutiva Bilbao deberá además poseer conocimientos sólidos en abreviaturas, toma rápida de notas, símbolos y diferentes elementos que le permitan ser efectivo a la hora de trabajar.
Ser totalmente imparcial
Un buen intérprete consecutivo jamás reflejará a través de su tono de voz o de sus gestos cualquier tipo de opinión personal con respecto a los conocimientos o a las ideas que le toca traducir en el momento dado. La imparcialidad frente a los mensajes que se deben interpretar a lo largo de la profesión es una virtud fundamental dentro de mundo de la interpretación.