Uno de los desafíos más fascinantes a los que nos enfrentamos cuando se trabaja en una traducción audiovisual es la cuestión de cómo abordar la traducción de palabras y frases dentro de la jerga del contenido específico, así como referencias culturales únicas. Esto se vuelve aún más curioso cuando se trata de sectores concretos como el legal y todo el universo que lo rodea, volviéndose trascendental para estos casos que quien se ocupa de traducir sea especialista en el tema.
¿Qué es la traducción audiovisual?
Por traducción audiovisual entendemos todo tipo de traducción que se haga de guiones y textos para cine o televisión, ya sean de películas, series, documentales, etc. Esta tiene unas características concretas que hacen que sea distinta a otro tipo de traducciones y exige una gran especialización del traductor profesional ya que, por un lado, se trabaja el idioma junto con las imágenes del producto audiovisual, y por otro las expresiones coloquiales típicas del diálogo adaptado al país de destino.
La traducción de la jerga jurídica en series de TV
La traducción de referencias culturales o de elementos de la jerga específica de un campo es una cuestión que puede conducir a varios malentendidos, no solo de intención sino también de choque de culturas si no se hace adecuadamente. De manera similar, la jerga también plantea un problema potencial, ya que no solo está estrechamente relacionada con el idioma en sí, sino también con ciertos lugares, tiempos y referencias culturales específicas. Con la naturaleza delicada de estas características lingüísticas, las complejidades a menudo sutiles en los textos fuente pueden llevar a que si no se trabajan adecuadamente se produzca una perdida información importante. Cuando esto sucede en un contenido audiovisual como una serie de tv, podemos estar ante un grave problema.
Si bien la jerga del sector jurídico puede parecer innecesariamente complicada, en realidad es bastante importante en la profesión legal, por lo que a la hora de trasladarlo al contenido de series de TV se debe tratar de que esta sea lo más cercana a la realidad para que no se pierda la sensación de estar viendo algo cierto y fidedigno. Para que la traducción de un contenido audiovisual sea efectiva y no se pierda el mensaje original que se le busca dar al espectador, y por otro lado se respete la cultura y la jerga jurídica, es fundamental contar con un traductor profesional experimentado y especialista en el tema. No basta con tener un conocimiento acabado de los idiomas sobre los que se trabaja, sino que el profesional debe ser especialista en traducción legal y tener un amplio entendimiento del contexto, de la cultura legal de ambos lugares y, sobre todas las cosas, entender cómo funciona la dinámica audiovisual y de televisión para que la traducción no pierda el sentido y el ritmo necesario. No es lo mismo traducir un simple documento que trabajar sobre un guión donde una frase mal adaptada puede modificar la manera en la que sucede una escena para el espectador.