La sobretitulación es una práctica que tiene apenas 25 años de vigencia en el mundo de la cultura y que, sin embargo, se ha vuelto totalmente imprescindible: la ópera es, al igual que cualquier otra representación teatral, un fenómeno de comunicación que se ha visto fuertemente influido por la incorporación de esta nueva metodología. Por otro lado, también se han modificado las expectativas y las experiencias del público a la hora de consumir este tipo de espectáculos debido a la incorporación de sobretítulos que permiten una mejor comprensión de los discursos dados en el marco de una representación en vivo.

Los sobretítulos en la cultura actual

Así como en las películas o programas de televisión en un idioma diferente al del espectador se utilizan “subtítulos” para que se pueda comprender el contenido, en los espectáculos en vivo como la ópera o las obras de teatro se utilizan los “sobretítulos” con el mismo objetivo. En otras palabras, y para brindar una definición algo más completa de dicho sistema, decimos que los sobretítulos son una traducción escrita y sintetizada que se proyecta simultáneamente a la representación teatral en una pantalla que suele ubicarse en la parte superior del escenario.

La primera vez que se utilizaron los sobretítulos en la óperafue en el “O’Keefe Centre” de Toronto en el año 1983 en el marco de la producción de “Electra”, cantada originalmente en alemán bajo la dirección de Lofti Mansouri. El éxito de este sistema de traducción fue rotundo y desde ese momento comenzó a implementarse paulatinamente en los distintos teatros del mundo.

A través del sistema de los sobretítulos, lo que se hace es traducir el contenido del mensaje durante espectáculos en vivo (óperas, festivales y obras de teatro) y proyectar este mensaje por encima del escenario para que los espectadores puedan observarlo de manera simultánea con lo que va sucediendo en la representación.

El papel del sobretitulador

El sobretitulador tiene un papel realmente crucial en los espectáculos en directo que requieren de este tipo de trabajo: además de tener que trasladar el mensaje original de manera breve y concisa sin perder la esencia del mismo para que llegue correctamente al espectador, también se ocupa de revisar los tiempos y asegurar una sincronización adecuada en el lanzamiento de los rótulos durante la ópera.

Las óptimas capacidades como traductor son solo una de las cualidades esenciales que debe tener un sobretitulador: para poder realizar un trabajo eficaz, este profesional debe tener conocimientos musicales y saber leer adecuadamente partituras. Esto último le permitirá seguir la ópera desde la cabina en tiempo real para ir pasando los rótulos. Además de lo mencionado, conocer en profundidad el contenido de la ópera es muy importante para adaptar el mensaje al tipo de emociones que se buscan evocar en el público espectador que está pendiente de lo que sucede en escena.