Una de las formas en que las empresas mejoran su visibilidad es mediante la traducción de idiomas. El  mercado global de servicios de idiomas  alcanzó un tamaño de 46 mil millones de dólares en 2020, y lo cierto es que el uso cada vez mayor de estos servicios se debe muchas veces al valor creciente de los mercados locales para las empresas internacionales.

Hacer el salto al mercado internacional no siempre es algo sencillo, y dependiendo del tipo de negocios puede convenir más poner la mayor cantidad de recursos en un proceso de globalización o en uno de localización. ¿Cuál es la diferencia? Si bien pueden parecer similares, son dos conceptos distintos.

¿Qué es la localización?

La localización refiere a la  adaptación de un recurso o producto específico. En términos más simples, es el proceso de traducir contenido para adaptarse a las demandas de un lugar.

La localización de contenido no es un acto limitado. No se trata simplemente de traducir el idioma existente al idioma nativo de un mercado, sino que se refiere a mantener la intención del original y adaptarlo a las costumbres locales. 

Con la localización, el contenido debe cumplir con las normas culturales aceptables del lugar y dirigirse directamente al mercado objetivo. Es una versión más compleja de la traducción, que agrega otros matices al proceso.

¿Qué es globalización?

La globalización es la otra cara de la localización. A menudo denominado internacionalización, es el proceso de hacer que un producto o contenido sea multilingüe.

A través de este proceso se establece el negocio, el producto o la oferta en un estándar que se acepta e integra con mayor facilidad en todo el mundo. 

Este proceso implica algunas cosas. Primero, la globalización procesa todo lo que actúa como una barrera para el desarrollo global. Cualquier código, norma de idioma o codificación heredada recibe estandarización. Por ejemplo, un producto o sitio web globalizado debe admitir varios idiomas, y la carga de contenido local ocurrirá a petición de un usuario. Un producto predeterminado será «genérico» y se podrá utilizar más fácilmente para diferentes culturas, aunque no estará orientado a contemplar las diferentes normas culturales desde el principio.

Localización y globalización ¿Cuál elegir?

Para saber si es mejor un proceso de localización o de globalización en la traducción empresarial de una marca, es importante comprender que se trata primeramente de una cuestión de enfoque de mercado.

Si es una empresa pequeña, lo ideal es la localización. Si se trata de una compañía más grande que busca instalarse en varios países del mundo, la globalización debe ser la primera opción.

Para el caso de las empresas grandes, es fundamental tener un producto o contenidos globalizados que actúen como referencia principal, estos servirán posteriormente como la base y la fuente de todos los esfuerzos de localización para cada país en particular. 

Independientemente del caso, es fundamental contar con un equipo de traductores especializados para llevar adelante el proceso de lograr que una marca pueda cruzar sus propias fronteras y expandirse.