Los anglicismos son expresiones o términos que se originan en la lengua inglesa pero que se utilizan en otro idioma. Dicho de otra manera, los anglicismos son préstamos lingüísticos del inglés hacia otro idioma. Muchas veces son producto de traducciones deficientes de material impreso o de secuencias habladas, y otras veces se crean forzadamente por la inexistencia de una palabra apropiada que traduzca un término o vocablo en específico.

¿Cuántas veces hemos utilizado términos como “cool” para referirnos a algo que nos gusta o hemos dicho “email” en vez de referirnos a esto como “correo electrónico? Lo cierto es que en el idioma español este fenómeno se encuentra sumamente presente y arraigado, lo que ha despertado incluso preocupación en el seno de la misma RAE.

Los anglicismos y su abuso en el idioma español

No es ninguna novedad el hecho de que exista una enorme influencia del idioma inglés en el resto de las lenguas: cuestiones como la globalización, la economía mundial, la hiperconectividad e incluso el ámbito del espectáculo y las producciones audiovisuales son algunas de las causas por las cuales este idioma en especial se ha transformado prácticamente en una lengua universal y ha comenzado a introducirse incluso en la forma de hablar local.

Partiendo de la base de que los anglicismos son un producto de la influencia que ejerce el inglés sobre el resto de las lenguas, sus palabras terminan siendo sumamente aceptadas e incorporadas en el uso diario del lenguaje y como consecuencia de esto terminan siendo comprendidas incluso entre los interlocutores que desconocen el inglés como idioma particular.

Al respecto de esto, la Real Academia Española ha clasificado a los anglicismos en dos grandes grupos que además resultan importantes para poder identificar cuándo se está abusando de estos y cuándo son realmente necesarios.

  • Superfluos o innecesarios: estos anglicismos son aquellos que sí cuentan con una palabra equivalente en el idioma español. Un ejemplo común y claro que solemos ver de manera cotidiana tanto en la palabra hablada como escrita es el caso del “email”. Suele ser mucho más frecuente el uso de este últimotérmino y se deja de lado su equivalente “correo electrónico”.
  • Necesarios: este es el caso de las palabras inglesas que no tienen su equivalente en español. Para esta situación, la RAE suele optar por aceptar el anglicismo y adaptarlo a la pronunciación en español o bien realizar una adaptación de la grafía del término(como es el caso de fútbol que son los adaptados para referirse alfootball en inglés).

El idioma español, además de contar con una belleza muy singular, es sumamente rico en vocabulario. Se cree que cuenta con más de cien mil palabras siendo el segundo idioma más hablado del mundo luego del chino mandarín. Si bien los anglicismos muchas veces son necesarios y pueden llegar incluso a enriquecer el mensaje que se busca transmitir, abusar de estos puede llevar a una deformación innecesaria del lenguaje y a tener un impacto negativo en la cultura local.